Los periodistas de El País, inquietos por el anuncio de Cebrián, convocan 6 días de huelga

Los periodistas de El País, inquietos por el anuncio de Cebrián, convocan 6 días de huelga

Se han quedado aplanados. Y aunque buena parte de los 847 empleados que tiene El País están convencidos de que no conduce a nada oponerse a los planes de Juan Luis Cebrián, han convocado otros seis días de huelga, empezando el próximo sábado 31 de enero.

Se movilizan con la esperanza de forzar al Grupo PRISA a dar marcha atrás en sus planes de unificar en una sola redacción periodistas del papel y de Internet y parar la división en empresas los distintos sectores que ahora integran y producen El País.

Como adelantó Periodista Digital, el pasado martes, por la mañana, Cebrián se plantó ante buena parte de la plantilla de El País y desgranó -en tono sombrío- los cambios que ha decidido poner en marcha. No dejó resquicio a la duda: no se trata de algo negociable.

UNA DEUDA ESTRATOSFÉRICA

Con una deuda estratosférica cercana a los 5.000 millones de euros y teniendo que hacer frente a pagos superiores a los 1.500 millones en el plazo de pocos meses, el Grupo PRISA no tiene ante si un horizonte luminoso.

Al menos a corto y medio plazo. Un dato significantivo es que ha visto como en el año 2008 sus acciones perdían un 82% de su valor.

La reestructuración, planteada de improviso por Cebrian, ha descolocado al comité de empresa, que ya ha dado una respuesta tajante con estos seis días de huelga, pero se siente entre la espada y la pared.

CRISIS PUBLICITARIA Y DEUDAS FINANCIERAS

La crisis publicitaria y las deudas financieras aprietan de lo lindo, pero no deja de ser llamativo que el hasta hace poco intocable diario del Grupo PRISA, el «buque insignia» del Imperio Polanco, se enfrente desde hace meses a conatos de revuelta y a constantes reclamaciones de sus trabajadores.

Hace un mes, justo cuando el Comité de Empresa -tras una asamblea a la que asistió sólo un tercio de la plantilla-, aprobó dos días de huelga total, la respuesta de la dirección fue poner sueldos y hasta deudas sobre la mesa.

Según las cifras facilitadas por el propio Grupo PRISA, el coste salarial medio actual de la plantilla de El País, sin incluir a los directivos, es de 79.472 euros anuales:

En el caso de los periodistas, esta cifra se eleva a 94.592 euros anuales; 69.775 euros para los trabajadores del área de producción y 70.159 el de otras áreas como publicidad y administración. El 95% de la plantilla de El País es fija.

UNA CADENA DE SEIS DÍAS DE HUELGA

Con sueldos de esa envergadura es complicado convencer al grueso d euna redacción para que se sume a una hua pero han surgido nuevos motivos y miedos hasta ahora desconocidos entre los empleados del Imperio Polanco.

El comité de empresa, reunido en asamblea, ha votado a favor de continuar adelante con el paro que estaba ya aprobado previamente, pero que, después de la cita con Juan Luis Cebrían del martes, se había mantenido en pausa.

Los periodistas de El País ya fueron a la huelga los pasados 26 y 27 de diciembre, pero la dirección consiguió sacar las ediciones a la calle con los redactores jefes y talleres de impresión externos. Por esto, y por algún despido acaecido a partir de las protestas, los trabajadores del diario de PRISA habían convocado seis días de huelga durante seis sábados, empezando por este próximo día 24.

Con estas protestas pretendían imposibilitar las ediciones dominicales, las mejor valoradas y rentables. Pero las cosas han cambiado. Después de las decisiones tomadas el pasado martes por el consejero delegado, que notificó la división de la plantilla en tres mini empresas independientes entre sí, la asamblea necesitó reunirse de nuevo y debatir las reacciones.

A falta de que se comunique de manera oficial, que se hará durante la jornada de hoy jueves, el comité llama a la huelga general el último sábado de enero, día 31, y todos los sábados de febrero. Precisamente, el mismo plazo que facilitó Cebrián para comenzar con su nuevo plan administrativo.

SITUACIÓN INÉDITA

La situación es inédita, porque El País no ha sufrido paro laboral alguno que le haya impedido salir a la calle -excepto en alguna huelga general- en sus 32 años de existencia e históricamente, ha conseguido neutralizar hasta la mínima protesta en el seno del diario.

Unas veces, pagando despidos millonarios. Otras, empujando al disidente hacia la puerta de salida. En la mayoría de las ocasiones, con una maquiavélica mezcla de buenos sueldos, fuertes amenazas y atractivas posibilidades de promoción profesional.

Lo ocurrido las pasadas Navidades deja claro que en el Grupo PRISA manda la empresa y los sindicatos no pintan un comino.

Había convocada una huelga y la dirección de El País -arropada por el staff y muchos de los que se benefician de la rentable «dedicación exclusiva»- tiró de Agencias y de Archivo para no parar rotativas durante la huelga.

A pesar de que los «puentes» jugaban en su contra y de que el Comité alardeó de que el 90% de la plantilla secuendó el paro, el diario d elos Polanco estuvo presente en los quioscos. Con un número más reducido de ejemplares y mutilando contenidos, pero fiel a su cita con los lectores.

La frustrada huelga se saldó, además, con la apertura de expedientes disciplinarios a siete trabajadores, cinco de ellos miembros del Comité de Empresa de Madrid.

MIEDOS Y DUDAS EN LA REDACCIÓN

Quizá por ello casi nadie se mueve ahora, aunque sean bastantes los que musiten que el todopoderoso Consejero Delegado -planteando como cosa hecha que se unifican en una sola redacción periodistas de la edición en papel y de la edición online y que montan diversas empresas para metnellas a administrativos y otros empleados- ha dejado la puerta abierta para ejecutar un ERE a medio plazo.

A pesar de las declaraciones en sentido contrario de Cebrián, crece la impresión de que habrá despidos y algunos se ejecutarán de forma inminente.

Este mismo martes, por la tarde, los sindicatos mantuvieron en Madrid una reunión de carácter urgente para estudiar la situación y este miércoles se trasladaron a Barcelona para intentar «una respuesta sindical conjunta«.

Como publicó Periodista Digital, Juan Luis Cebrián ha anunciado la creación de dos nuevas empresas para agrupar la plantilla de administración y de talleres. Las nuevas sociedades estarían al margen de EL PAIS SL -que sólo conservaría a los periodistas-, pero dentro del Grupo PRISA.

Durante la jornada del jueves se espera un comunicado sindical, anunciando seis días de huelga durante seis sábados, empezando por este próximo día 24 y quizá otras formas de protesta.

En el diario se da por supuesto que la nueva estructura diseñada por Cebrián ahorrará costes, pero traerá inevitablemente consigo reducciones de empleo y recortes derechos laborales a quienes entren en las nuevas empresas:

“Las condiciones envidiables que ostentan los trabajadores de El País se han conseguido en parte gracias a la fuerza de los sindicatos, por lo que la división de la plantilla, y especialmente la de los talleres de la redacción, augura debilidad sindical”

Nadie cree que las nuevas sociedades incluyan las mismas condiciones laborales que ofrece EL PAIS SL y consideran que estarán más cercanas al resto de las empresas del Grupo, que tienen convenios colectivos muy por debajo de lo que ofrece el buque insignia de PRISA.

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