El glamuroso posado de Soraya da «carnaza» a sus críticos y suscita apoyos sorprendentes

El glamuroso posado de Soraya da "carnaza" a sus críticos y suscita apoyos sorprendentes

(PD).- Recién enterrada la polémica por el esmoquin que Carme Chacón lució en la Pascua Militar, toda España ha vuelto a hablar del atuendo de una de nuestras políticas sólo diez días después de aquello. La fotografía de Soraya Sáenz de Santamaría posando para el Magazine de El Mundo armó un revuelo que previsiblemente no será sólo cosa de un día y que cogió por sorpresa a la protagonista en una visita a Barcelona.

«Hago mi trabajo, y una lo procura hacer lo mejor posible. Trabajar, trabajo. Me pidieron esa entrevista para un dominical y la hice. Lo circunscribo a eso», se limitó a explicar la portavoz del PP en el Congreso algo abrumada.

De la misma forma que Esperanza Aguirre echó un cable a la ministra de Defensa el día de Reyes, Leire Pajín quiso este viernes hacer lo propio con Sáenz de Santamaría para defender el papel de las mujeres en la política por encima de los colores de los partidos. «No contribuiré a crear una polémica sobre cómo posa una mujer, bastante tenemos con los prejuicios del machismo que no para de juzgarnos», escribió molesta en su blog, donde además señaló que las «mofas» hacia la portavoz popular en el Congreso «huelen a rancio».

Aunque las opiniones de uno y otro lado se sucedieron a lo largo del día, hubo dos pesos pesados mujeres y del PP que quisieron apoyarla con su silencio. «Ya saben que yo no comento el vestuario de las mujeres que nos dedicamos a la política», despachó la presidenta madrileña a los periodistas. Por su parte, María Dolores de Cospedal prefirió hablar de temas «de verdad trascendentales», como «el atentado de ETA en Hernani, o la moción de censura en Azpeitia», ya que «el otro, francamente, pues es una fotografía en un periódico».

Quienes sí opinaron durante todo el día, y mucho -aunque en voz baja-, fueron los diputados del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso que Sáenz de Santamaría lidera. Ya cuando Mariano Rajoy la eligió para el puesto hubo muchos que dudaron de ella. Con el tiempo consiguió hacerse con las riendas, pero el llamado sector crítico sigue aprovechando cualquiera de sus resbalones para clavarle una estocada. Y en esta ocasión no iba a ser menos.

Entre sus señorías se oyeron este viernes no pocas críticas. De ellas, que el reportaje es «de lo más frívolo» o que es «poco serio». «Estamos todos los días poniendo cara de preocupación por los datos del paro y luego caemos en una frivolidad de éstas», se quejó uno de ellos. Claro que sus fieles la defendieron diciendo que sale «muy guapa» y que es otra forma de enviar el mensaje del PP a los votantes.

Para bien o para mal, Sáenz de Santamaría provocó la misma reacción en todos. Sus partidarios y sus detractores, populares y socialistas, todos ellos quedaron sorprendidos. Aunque no es la primera vez que unas fotos lo consiguen. El caso más sonado fue el de las ministras del primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero posando para la revista Vogue con trajes prohibitivos para los bolsillos de la mayoría de las españolas. Sonada también fue la imagen de María Teresa Fernández de la Vega vestida con un atuendo típico de Mozambique, la de la entonces ministra Carmen Calvo con un llamativo vestido de Agatha Ruiz de la Prada en la gala de los Goya de hace tres años o los famosos calcetines de Esperanza Aguirre.

Casi siempre el objeto de los comentarios son mujeres, pero de vez en cuando se cuela algún hombre. Todos recuerdan el cartel electoral con el que Ciutadans concurrió a las elecciones catalanas de 2006. En él su líder, Albert Rivera, aparecía totalmente desnudo y tapándose sólo con las manos.

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