(PD).-Si triste es «de pedir», más triste es «de robar», ha debido pensar David Cohn, un californiano de 26 años al que se le ha ocurrido una genial idea para poder ejercer la profesión de periodista en estos difíciles tiempos. Cohn ha puesto en marcha un proyecto de periodismo local en la bahía de San Francisco que consiste en escribir artículos y reportajes pagados y encargados por los propios lectores a través de una página web.
Según publica Meritxell Mir en ADN, hace un mes lanzó Spot.us una web participativa -y sin ánimo de lucro- en la que son los ciudadanos los que pagan a los reporteros para que hagan su trabajo, y no a una empresa informativa u otra organización.
«Quiero asegurarme de que el periodismo continua siendo profesional y fuerte, pero también participativo», asegura Cohn.
Cohn no es el único periodista que mira a la ciudadanía como uno de los flotadores de salvación de su profesión. Leonard Witt, profesor de la Universidad de Kennesaw, en el estado de Georgia, quiere también averiguar si una comunidad de personas interesadas en un mismo lugar o tema está dispuesta a financiar un periodismo de calidad si se les involucra en el proceso.
De momento, lleva a cabo su experimento gracias al dinero de la Harnisch Foundation que ha permitido que Bonnie Obremski cubra desde este verano lo que sucede en Northfield, Minnessota, y lo publique en el blog LocallyGrownNorthfield.org. Si el experimento funciona y la comunidad se involucra, a partir de julio de 2009 Witt tiene previsto seguir con el proyecto únicamente con las donaciones de los ciudadanos.