(PD).- Nivelón de académicos. A estas alturas, el escritor Javier Marías no ha podido resistirse a la tentación y finalmente ha entrado a Internet. Marías califica a los blogs y los foros de la Red como «una inmensa taberna que le hace tener a uno la sensación de vivir en una región ocultamente furibunda, en la que más vale no entrar, si es posible«.
En su polémico artículo de El País, Marías comenta que tuvo que tomar prestado un ordenador y ahí aprovechó para «navegar un poco por Internet», confensado que lo hacía «por primera vez» en su vida «o casi».
Durante esa experiencia, el escritor se quedó «admirado de que en la Red existan tantos datos sobre todo lo habido y por haber, aunque demasiados no sean de fiar o estén equivocados«.
Ante eso, califica Internet como «una enciclopedia de vastedad incomparable, pero de calidad muy dudosa y variable» y añade que así comprende «ahora de dónde salen muchas ‘documentaciones’ de periodistas y novelistas, y por qué tantos de éstos se atreven hoy a hacer novelas históricas sin saber nada sobre el periodo elegido antes de empezar a redactarlas«.
El famoso escritor y colaborador de PRISA también dedica una especial atención a los blogs y foros y afirma que no entiende que «tantos escritores tengan un blog propio y le dediquen, por fuerza, numerosas horas de su tiempo, porque me parece equivalente a esto: uno va a un bar, se sienta a una mesa y habla de lo que sea, y a continuación está expuesto a que cualquiera coja una silla y le suelte a su vez su rollo o sus imprecaciones«.
Y, por último, se cuestiona sobre las funciones de esos foros: «¿Cuál es la gracia de estas tertulias escritas? ¿Ver que uno provoca reacciones? ¿Tener la comprobación inmediata de que lo que expone no cae en el vacío?».