(PD).- La Comisión Europea ha publicado una serie de directrices para orientar a los Estados miembros sobre cómo facilitar a la industria la puesta en marcha de servicios de televisión por móvil de la forma más rápida posible y sin problemas.
El objetivo de esta iniciativa es fomentar la expansión de estos nuevos servicios en toda la UE, que se calcula que pueden generar ingresos en todo el mundo alcancen una cifra superior a los 7.800 millones de euros en 2013.
Los servicios comerciales lanzados antes del verano de 2008 en varios países europeos demuestran que la demanda de los consumidores es creciente, según los datos de Bruselas. Sólo en Países Bajos, 10.000 usuarios ya estaban suscritos al servicio a principios de otoño.
Pero hasta ahora, únicamente algunos países como Austria, Finlandia, Francia y Alemania cuentan con una normativa sobre los nuevos servicios de televisión por móvil.
La comisaria responsable de Sociedad de la Información, Viviane Reding, ha destacado que el Ejecutivo comunitario rechaza una normativa excesiva sobre este sector o unos procedimientos de autorización excesivamente complejos.
El mejor enfoque, ha explicado en un comunicado, es la colaboración entre todos los agentes económicos interesados, incluidos los organismos de radiodifusión y los operadores de telefonía móvil y de plataformas.
Las directrices de la Comisión señalan que «un procedimiento directo, transparente y no discriminatorio de concesión de autorizaciones es la clave de un planteamiento acertado que evite los retrasos». La calidad del servicio prestado a los clientes, incluida la cobertura en interiores y la calidad de la transmisión, debería ser una de las condiciones de la autorización.
Además, las directrices recomiendan que se retiren las frecuencias reservadas para la televisión por móvil si el servicio no se ha puesto en marcha en un plazo razonable de tiempo. También aconsejan que los reguladores mantengan abierto el proceso de autorización a todos los agentes del sector y que fijen condiciones que estimulen la cooperación entre los operadores de telecomunicaciones (que prestan el servicio) y los organismos de radiodifusión (que suministran los contenidos).
Por último, el Ejecutivo comunitario propugna que la industria se cerciore de que los servicios de televisión por móvil en formato DVB-H sean compatibles en cada país de la UE, para lo cual se podría optar por tecnologías no patentadas que todos los consumidores puedan utilizar, sin necesidad de nuevas conexiones y sin importar el aparato que utilicen, para poder acceder a los contenidos de la televisión por móvil.
A juicio de Bruselas, una regulación ‘ligera’ y unos regímenes claros de autorización proporcionarán al sector la seguridad jurídica necesaria para poder lanzar rápidamente ofertas de televisión por móvil. La Comisión seguirá estrechamente los avances registrados y «no permitirá que exigencias poco razonables retrasen el progreso en Europa».
