(PD).- No le han dado tiempo ni a tomar dos decisiones. Con la primera ha sido suficiente para que los que le aplaudían con las orejas comenzaran a saltar del barco. Obama ha presentado a su equipo de política exterior y defensa y a la progresía patria le ha sentado como un tiro. Un ejemplo: el director de Público -este diario no tiene editoriales- recoge en su blog un texto que titula «Giro a la derecha antes de empezar«.
Ignacio Escolar, director del progresita Público, recoge un texto de Iñigo Sáenz de Ugarte:
Gates sigue en el Pentágono. En el segundo mandato de Bush, ha sido el antiRumsfeld. Ha descartado nuevas aventuras militares (es decir, Irán) y es la ficha conservadora que ofrece Obama para demostrar que no será tan sectario como Bush. El acuerdo entre Irak y EEUU sobre las tropas norteamericanas alivia las posibles discrepancias que pueda haber entre ambos. La retirada será un hecho, por lo que es de suponer que no habrá un debate ideológico sobre el asunto, sino sólo sobre la forma de llevarla a cabo. Obama insiste en que no renuncia al periodo de 16 meses para traer a casa a la mayoría de los soldados. Veremos.
Y sigue:
El ex general James Jones es otro guiño a los que siempre han mandado. ¿Quién puede decir que está en contra de un ex jefe militar de la OTAN? Se supone que Obama sabe algo de él que los demás ignoramos. Nadie conoce sus ideas políticas, quizá porque nunca se ha molestado en expresarlas en público. Vale que no tenga una arquitectura geoestratégica en la cabeza, pero ¿cuál es su visión de las relaciones internacionales con la que va a asesorar al nuevo presidente?
Y concluye el texto recogido por Ignacio Escolar:
Al final, lo único que han conseguido los sectores más progresistas del Partido Demócrata es impedir que el próximo director de la CIA fuera John Brennan por su relación con el programa de interrogatorios (perdón, tortura) puesto en marcha por la Administración Bush.
