El Grupo ZETA necesita reducir un 25% su plantilla para garantizar su viabilidad

(PD).- No habrá ERE. Al menos en principio. Desde las 12 del mediodía de este jueves, en la sede el Grupo ZETA -enclavada en la barcelonesa calle Bailén- se negocia a brazo partido. El objetivo: reducir costes y personal, para hacer viable el enorme y variopinto entrama mediático que puso en pie el ya fallecido Antonio Asensio.

La viabilidad del grupo Zeta pasa por prescindir de de la quinta parte de la plantilla. La cifra ha sido adelantada al mediodía de este jueves, por la cúpula directiva del grupo de comunicación que edita ‘El periódico de Cataluña’ e ‘Interviú’, entre otras publicaciones.

El plan para sobrevivir a la crisis, presentado a los sindicatos, es duro para todos. La continuidad de la empresa pasa por la reducción de plantilla, en concreto 533 de los 2.300 trabajadores del Grupo.

La cabecera más afectada ha sido El Periódico de Catalunya, cuyas bajas se han cifrado en 73 de sus cerca de 300 empleados. Los sindicatos han puesto inicialmente mala cara, pero sigue la negociación.

PLAN DE SALVAMENTO

El plan de salvamento llega después de la operación de venta fallida de Zeta. Cuando todo parecía cerrado para que el grupo Gallardo se convirtiera en su nuevo propietario, excluyendo la parte audiovisual que quería conservar Antonio Asensio, se anuló el preacuerdo el pasado mes de julio.

La situación financiera del Grupo ZETA es complicada, ya que es necesario refinanciar una deuda de 140 millones de euros con rapidez. De hecho, ésta es la razón con la que se explica en el sector la llegada de Joan Llopart, mano derecha de Isidre Fainé, como parte de la estrategia de La Caixa para coger las riendas del grupo.

No asiste a las negociaciones el presidente, Antonio Asensio hijo. A un lado de la mesa, están los responsables de la directiva. Al otro, los representantes de todos los comités de empresa del grupo, incluyendo desde periódicos regionales a editoriales.

La propuesta que ha hecho la empresa este juevesla empresa es muy clara: montar a partir de hoy grupos de estudio, que negocien la forma de reducir drásticamente, tanto el tamaño de la plantilla como los costes de operación.

No se produciría así el temido ERE y se busca que las salidas sean pactadas. Todo bajo diversas fórmulas que incluyen desde las bajas incentivadas a las prejubilaciones.

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