(PD).- Los dos periodistas estadounidenses que habían desaparecido durante varios días en Oriente Próximo —inicialmente, se pensó que secuestrados en Líbano aunque después se supo que estaban detenidos por intentar entrar ilegalmente en Siria— han sido liberados en Damasco, después de su detención por las autoridades sirias, según ha anunciado el departamento de Estado estadounidense.
El ministro de Exteriores sirio había dicho anteriormente que las autoridades estaban interrogando a Holli Chmela, de 27 años, y Taylor Luck, de 23, por entrar en el país ilegalmente. El miércoles, la embajada de EEUU en Líbano había informado de su desaparión.
Los dos estadounidenses fueron liberados por las autoridades sirias, que este jueves los dejaban bajo la custodia de la embajada estadounidense en Damasco, tras la petición de la responsable de exteriores estadounidense Maura Connelly al ministerio de Exteriores sirio, según el portavoz del departamento de Estado Gordon Duguid.
«Están ahora en la embajada de EEUU en Damasco y están en buen estado», añadió.
Duguid dijo no tener detalles sobre ningún cargo contra la pareja o si se les permitiría abandonar Siria. Estuvieron poniéndose en contacto con su familia, explicó.
El ministerio de Exteriores sirio dijo que los dos estadounidenses habían trabajado para el periódico Jordan Times, situado en Ammán, y que habían entrado en Siria ilegalmente a través de la frontera norte.
La embajada estadounidense en Beirut dijo este miércoles que no tenían noticia de los jóvenes desde el 1 de octubre, cuando dejaron Beirut a hacia la ciudad norteña de Trípoli. Entonces se dirigieron hacia Siria antes de volver a Jordania.
Los medios libaneses habían especulado con que podrían haber sido víctimas de secuestradores en el norte, donde Siria ha advertido de una creciente presencia de militantes islamistas. Allí, el ejército libanés ha sido el objetivo de dos atentados en los dos últimos meses.
La embajada estadounidense en Beirut advirtió la semana pasada a los ciudadadanos estadounidenses de una amenaza de seguridad en el Líbano en la primera mitad de octubre, vinculando este riesgo al fin del Ramadan.
