(PD).- «A las 12:00 hay convocada una rueda de prensa por el secretario de Estado y ahí os dará toda la información porque yo no tengo los detalles». De esta guisa, el titular de Trabajo, Celestino Corbacho, se quitó de encima este jueves en los pasillos del Congreso a los periodistas ante el nuevo récord de paro. Lo intentaron, pero no fue posible.
El ministro se negó en redondo a evaluar los datos, los peores desde 1997, y dejó la patata caliente a la rueda de prensa que iba a ofrecer a posteriori el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, según informa El Semanal Digital.
El incremento del paro en 95.367 personas con nombres y apellidos el mes pasado ha ratificado las estimaciones de la UE, que atribuye a España el mayor paro de Europa. Tras el septiembre más negro de la historia, ya hay más de 2.625.000 personas sin trabajo en nuestro país. En lo que va de año se han perdido nada menos que 608.005 puestos de trabajo. Circunstancias como que el sector más afectado sea el de la construcción y que sólo dos de cada diez empleados del sector mantienen su empleo confirman también los peores pronósticos sobre el grado de deterioro de la economía.
Nunca antes el desempleo había crecido a tanta velocidad pero, además, el propio Granado reconoció que el paro seguirá subiendo: «Después de pasar unos meses de septiembre y octubre especialmente duros, esperamos que el paro empiece a moderar su crecimiento y a finales del año que viene estemos en tasas de disminución del desempleo». En términos absolutos, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha batido todas las marcas en creación de parados.
Lógico pues que su ministro de Trabajo se acogiese horas antes, la noche del miércoles, a la hospitalidad que le brindó el programa 59 segundos de TVE. Celestino Corbacho evitó retratarse en la Cámara Baja ante una tasa de paro que aumenta a una rapidez desconocida incluso durante los peores años del felipismo, pero apenas unas horas antes sí compareció ante Ana Pastor.
De esta manera, Corbacho eligió el formato más cómodo para dirigirse a los españoles en horas de tribulación y se escudó en esa misma pantalla del Gobierno para hacer creer que todo estaba bajo control, cuando en realidad su actuación no anima precisamente a confiar en la capacidad del Ejecutivo para afrontar la crisis económica. El ministro de Trabajo, por cierto, volvió a refugiarse este jueves por la noche ante los micrófonos del espacio Hora 25 de la Cadena SER que dirige y presenta Ángels Barceló.