Playboy, otra víctima de la crisis financiera

(PD).- La crisis financiera de EEUU cobra víctimas entre bancos e inversionistas, pero también en el mundo del erotismo, en particular al imperio Playboy y el estilo de vida de su creador, Hugh Hefner.

En un año, las acciones del grupo del pionero de la liberación sexual norteamericana perdio cerca del 60 por ciento de su valor, y los contadores de la empresa debieron pedirle a Hefner que reduzca sus gastos.

Esto resultó en menos empleados domésticos y, sobre todo, menos «conejitas» alrededor del famoso libertino, actualmente de 82 años y cuya supervivencia como estrella del sexo libre se debe en gran parte -aseguran los rumores- a los beneficios del Viagra.

El riesgo de bancarrota es serio, como demuestran algunas cifras del grupo. Hoy, en medio de una Bolsa de por sí deprimida por la crisis financiera, los títulos de Playboy perdían a media jornada más del 4,5 por ciento, ubicándose apenas por debajo de los 3,7 dólares por acción.

Hace un años, esos papeles valían más de 10,7 dólares.

Hefner no sólo perdió millones de dólares sino también a dos de sus «novias». El lo niega, pero Holly Madison, de 28 años y su «novia número uno», lo dejó por el mago Criss Angel, de 40.

El mismo camino siguió su «novia número dos», Kendra Wilson, de 23 años, ahora en pareja con Hank Baskett, de 26 años y estrella del equipo de fútbol americano Philadelphia Eagles.

Se presume que, al menos por ahora, la «novia número tres», Bridget Marquardt, de 34 años, sigue todavía junto al anciano seductor.

La Mansión Playboy, un castillo estilo Tudor con treinta y una habitaciones, piscinas y un parque con grutas artificiales, regularmente alojó fiestas suntuosas decoradas con señoritas más o menos desnudas. Ahora todo eso cambió, porque el dinero no alcanza.

Eran fiestas de «una cierta elegancia», como gusta recordar el propio Hefner, en una enésima alusión al estilo más irreverente de su principal rival, Bob Guiccione, el creador de Penthouse, la primera revista en incluir desnudos totales.

El imperio Playboy, ya lejos de los tiempos en que se valuaba en medio billón de dólares, sigue estando en manos de la hija de Hefner, Christine, de 57 años.

Después de los años de las primeras crisis -cuando el imperio de Hefner debió enfrentar la compentencia de la creciente industria del cine pornográfico y, luego, el impacto devastador de internet-, Christine logró relanzar la maquinaria del erotismo glamoroso vendiendo productos «softcore» a las cadenas de televisión por cable.

Emprendedora como su padre, Christine se enfocó también sobre el creciente mercado del erotismo homosexual, pero -como se ve en estos días en la Bolsa- los esfuerzos parecen no alcanzar para salvar por completo al famoso conejito.

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