El coste publicitario de que decapiten y se coman a un pasajero en marcha

(PD).- La compañía norteamericana de autocares Greyhound ha retirado precipitadamente una controvertida campaña de publicidad después del atroz asesinato perpetrado en uno de sus autobuses donde, el joven Tim McLean, fue decapitado por su compañero de asiento.

El folleto en cuestión estaba destinado a alabar la tranquilidad y seguridad de viajar con la compañía, y en él se podía leer: «Esta es la razón por la que nunca has escuchado la rabia de un bus». El texto iba acompañado por la fotografía de uno de los autobuses de la empresa.

El suceso se produjo en el trayecto desde Edmonton con destino a Winnipeg. Aunque víctima y verdugo estaban sentados uno al lado del otro, no cruzaron palabra en ningún momento ya que McLean, de 22 años, estaba con los cascos puestos. Todo parecía normal, sin embargo, a la media hora de comenzar el viaje, Li empezó a apuñalar a su compañero de asiento, con el cual no tenía ningún tipo de relación.

Greyhound ha declarado que se trataba de «una campaña que databa de 2007 destinada a promover el transporte público interurbano seguro» y añade que despues de lo ocurrido consideraron que lo más respetuoso era retirar la campaña.

Conmoción por la crueldad del asesino

Los testigos del crimen han descrito con horror la actitud de Vince Weiguang Li que asentó más de 40 puñaladas a su victima. Las armas empleadas fueron un cuchillo y unas tijeras, con las que procedió a decapitar y, según las grabaciones policiales, comer partes del cuerpo de Tim McLean. Según estos mismos testigos, antes de que la policía arrestara a este inmigrante chino, emigrado a Canadá hace cuatro años, éste se paseó con la cabeza del joven de 22 años en la mano.

Los crímenes violentos se están convirtiendo en algo cada vez más cotidiano en Canadá, que si antes era considerado un país muy seguro, en los últimos años sus cifras de violencia y peligrosidad tienden a acercarse a las de su país vecino, según afirman las últimas encuestas policiales.

Vince Weiguang Li, el asesino, ya ha comparecido por segunda vez en el juzgado. A diferencia de la primera vez, cuando no pronunció ninguna palabra y se presentó sin ninguna representación legal, esta vez ha hablado. En un susurro, Li ha pedido: «Por favor, matadme» .

A esperas de la evaluación psiquiátrica, un desajuste psicológico es la opción más probable por la que Li, calificado como «un trabajador amigable y leal», decidiera convertirse en el protagonista de esta historia real.

La familia del fallecido está desconcertada y ha pedido a la prensa privacidad en una comparencia con los medios. El tío de la víctima, Alex McLean, calificó a su sobrino como «un espíritu libre al que le encantaba conocer gente y siempre veía el lado bueno de los demás».

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