(PD).- La política tiene estas cosas. Minutos antes de la una de la tarde, una hora después del inicio del paro de 24 horas convocado este lunes por CC OO, UGT y CGT, la señal de Telemadrid se ha fundido en negro. Sólo aparece el logo y un escueto mensaje en el que anuncian que la programación se reanudara este miércoles, a las 12.00.
Los sindicatos, que no se mueven en otros ámbitos y parecen perdonar todo a ZP, ya avisaron de que esto podría producirse ya que la huelga, por primera vez y a propuesta de la empresa, no tiene servicios mínimos. Durante la mañana, la cadena pública madrileña ha emitido su programación con normalidad y a las doce, estaba la serie Missing.
Tres cuartos de hora después, se ha producido el anunciado apagón. Los convocantes prevén que la cadena no emita ningún programa en todo el día.
«Una huelga irresponsable al margen del convenio». Así lo ha definido Curry Valenzuela, directora y presentadora del programa ‘Alto y claro’, y una de las afectadas por el ‘apagón’.
La presentadora explica que se han declarado dos huelgas de 24 horas para este martes y el siguiente, «cuando se emiten los programas de debate», por que estos parones «están dirigidos contra mi programa y el de Sáenz de Buruaga«.
Valenzuela critica que, con lo que está pasando, «los sindicatos vayan a la huelga por esto».
Es una huelga política que poco tiene que ver con los trabajadores. El Ejecutivo, como no sabe por dónde atacar al gobierno regional, ha echado encima a los sindicatos contra Aguirre.
Sin servicios mínimos
Los convocantes de la huelga han acusado a la dirección de la cadena de negarse a establecer un compromiso sobre un porcentaje mínimo de producción interna de programas y deportes, a cumplir el 75% de contratos fijos sobre el total de la plantilla y a respetar una subida del IPC real.
Maite Treviño, del sindicato de Telemadrid, se quita responsabilidad: «No es una cuestión de los sindicatos, ha sido la dirección quien no ha solicitado los servicios mínimos a la consejería de Madrid».
En la huelga anterior denunciabamos el incumplimiento de unos servicios mínimos. El Tribunal Superior de Justicia dijo que se tenían que cumplir. Ahora, a la Dirección no le ha dado la gana solicitarlo.
Razones para una «irresponsabilidad»
La dirección de la cadena ha emitido una nota [DOC] en la que tilda el paro de «irresponsabilidad». Ya que ha transcurrido «sólo mes y medio de negociación» y la huelga «siempre debiera ser la última opción de los sindicatos ante discrepancias irreversibles con la Dirección. Y ésta, no lo es».
No han considerado los efectos negativos que una huelga tiene para la imagen de la empresa a la que todos -dirección y empleados- pertenecen.
La dirección considera que también es una «irresponsabilidad» ignorar «las actuales circunstancias del sector audiovisual, con una crisis publicitaria, y por tanto de ingresos, de enorme calado».
Desconocen la situación de crisis por la que atraviesa la economía española y mundial y sus consecuentes efectos sobre los trabajadores y sobre el empleo.
Sobre los servicios mínimos, la dirección explica que «renunció» a solicitarlos «con el deseo de que el ejercicio del derecho de huelga se ejerza con absoluta libertad y dado que las secciones sindicales, con sus reiteradas demandas ante los juzgados, han provocado sentencias no firmes de tribunales que niegan la posibilidad de fijar servicios mínimos en la televisión».
Si mañana Telemadrid se va a negro será únicamente responsabilidad de quienes han convocado la huelga y de quienes la secunden. Una huelga más en Telemadrid no hará sino deteriorar la situación de esta empresa pública en un contexto de crisis generalizadas que hace inevitable decisiones de austeridad.
Falta de acuerdo
El comité de huelga explica que esta decisión se debe a la falta de acuerdo sobre el convenio colectivo después de meses de negociación y denuncia que el «único objetivo de la nueva dirección es empeorar las condiciones de trabajo y mermar las conquistas sociales conseguidas a lo largo de muchos años de lucha».
Como «condiciones mínimas» para desconvocar el paro, los sindicatos ponen el «compromiso de mantenimiento de los puestos de trabajo» y la «no pérdida del poder adquisitivo de los salarios» de los trabajadores.
