(PD).- La revista de Zeta ha vuelto a poner en la picota las relaciones de la actriz, su abogado y el escolta. Las declaraciones de Sánchez Barba muestran su relación con la bióloga.
«Está loca. Yo no puedo hacer eso». Esa es la respuesta que dio Eloy Sánchez Barba en una conversación telefónica con un amigo tras la petición realizada por Ana Obregón para dar una paliza a Jaime Cantizano. Al menos así lo asegura, citando fuentes de la investigación, Interviú, que ha puesto otra vez sobre la mesa el escándalo que afecta a la bióloga.
Sánchez Barba, en prisión por el asesinato de Miguel Ángel Salgado, muestra en sus conversaciones una «excelente relación con la familia de Ana García Obregón», corroborada por la posterior investigación. De hecho, la actriz llega a confesarle tener pistas sobre el paradero de Madeleine McCann enviadas a través de SMS. El escolta pidió a un sargento de la Guardia Civil que acudiera a verlas. La conclusión fue clara: «Me ha dicho que lo hizo por mí, que era como para mandarla a la mierda».
Además, el guardaespaldas mantiene una actitud de rechazo permanente al abogado Javier Saavedra, del que asegura que «tiene bastantes problemas» porque «le han investigado y tiene un buen libro de chantajes que ha hecho con grabaciones telefónicas, demostrando que es un chantajista y un matón… Se relaciona con rumanos y manda matones por ahí».
Según la revista de Zeta, a Sánchez Barba se le relaciona con la paliza al portero cubano Alexis Valdés, acusado de pasar droga en un local protegido por la empresa del escolta. Asimismo, dicha sociedad, Clip Seguridad, se ocupa de la protección al madrileño Palacio Gaviria y el pasado verano se hizo cargo del concierto de David Bisbal en Las Rozas (Madrid) y de la gira de Chayanne. No obstante, no consiguió hacerse con la seguridad del festival Rock and Río y de las obras de la Ciudad de la Justicia en Madrid.
