(PD).- La duquesa de York, Sarah Ferguson, ha revelado que sufre continuas depresiones porque no deja de pensar en lo «gorda y fea» que es y en que nadie la quiere.
Fergie, de 48 años, ha hecho esas sorprendentes confesiones en un programa de televisión que pretende ayudar a las familias británicas a combatir la plaga de obesidad.
En el programa de la cadena ITV se ve a la duquesa visitando a una familia de la clase trabajadora en la localidad de Hull a la que da consejos sobre cómo seguir un régimen sano pese a su menguado presupuesto.
«Cada minuto del día pienso que estoy gorda, soy fea y repugnante. Que no valgo nada y nadie me quiere», confiesa Fergie ante las cámaras, para convencer a la familia de la necesidad de quererse y llevar una alimentación sana.
Uno de los trucos de la ex mujer del príncipe Andrés para superar su depresión es darse un baño helado cada mañana, que la vigoriza para el resto del día.
Las curvas de Beatrice
Días antes, durante la presentación del programa, Fergie tuvo que responder a las preguntas de los periodistas sobre la alimentación de su hija. La duquesa negó que su hija Beatrice, de 19 años, fotografiada recientemente en bikini, esté obesa.
«No critiquéis a mi hija. Estáis equivocados. Beatrice tiene una saludable talla diez (británica). Es una chica estupenda y con un gran corazón», explicó Fergie, según el diario The Sun.
Sarah Ferguson, que ha decidido regresar al Reino Unido tras haberse ido a vivir a Estados Unidos hace doce años, ha sido portavoz de la organización norteamericana contra la obesidad US Weight Watchers durante los últimos años.
Ahora, se propone hacer en Gran Bretaña una serie de programas a favor de su causa favorita. Su modelo es el joven chef británico Jamie Oliver, que ha llevado a cabo una campaña para desterrar de los colegios británicos la comida basura.
«Si (los británicos) seguimos como hasta ahora, en el el año 2050, el Gobierno va a tener que hacer frente a una factura de sanidad de 50.000 millones de libras (63.000 millones de euros o 100.000 millones de dólares)», advierte Sarah Ferguson.
