1956. La obsesión por los platillos volantes y los extraterrestres se extiende como una plaga. El mundo mira hacia Roswell y el área 51, pero no hace falta que nos vayamos tan lejos: los científicos españoles tienen la respuesta sin salir de Madrid, desde donde observan «vida vegetal y vida animal rudimentaria» en Marte. Esta narración del NO-DO de atestigua que `el que inventen otros´ no iba con los científicos de la dictadura…