(PD).- Y Dragó, con los tiempos, se nos pone superperiférico. «Estoy en Barcelona, ciudad amabilísima, hospitalaria, abierta, bien educada. Su reverso es Madrid: todo lo contrario. La una lleva la fama, la otra carda la lana. Suele suceder«. No decía lo mismo cuando cobraba suculentos dineros de los madrileños, los habitantes rudos, cerrados y mal educados de la capital de España.
Fernando Sánchez Dragó tiene ideas veleta, de esas que apuntan a donde haya que apuntar según el aire de la mañana. El escritor y periodista, que hace gala de su impostura y de su pensamiento políticamente incorrecto, mete un bofetón a los madrileños para dar un lametazo a los catalanes. Serán los tiempos.
El madrileño escritor y viajero escribe en su blog, que aloja www.elmundo.es:
Hoy es lunes, pero podría ser cualquier otro día de la semana, del mes, del año y de la centuria. Todos, en el mundo de hoy, son idénticos, clónicos, intercambiables…
O, al menos, lo parecen a los ojos de quien tiene la ocurrencia, como yo la he tenido hoy, de prestar distraída atención, mientras desayuna, al telediario de las ocho de la mañana. Ahora son casi las nueve.
Estoy en Barcelona, ciudad amabilísima, hospitalaria, abierta, bien educada.
Su reverso es Madrid: todo lo contrario. La una lleva la fama, la otra carda la lana. Suele suceder.
Hasta hace nade el también periodista ejercía de líder de opinión en la televisión pública madrileña, la pagada por todos los contribuyentes madrileños, se quisiera o no se quisiera. Ya tuvo que salir en su día con una orejas de burro por alguna otra meada fuera de tiesto. ¿Paseará con ellas puestas por los alrededores de su casa, en el castizo barrio de Malasaña? A ver qué le dicen los viandantes de Madrid, esa ciudad que es todo lo contrario que Barcelona. Maleducada, cerrada y descortés. A ver.
