PRISA vuelve a tratar de rentabilizar el atentado a favor del PSOE y contra el PP

Juan Cruz Osta (PD).- El grupo de comunicación encargado de agitar la jornada electoral contra el PP tras los terribles atentados del 11-M ha puesto la maquinaria en marcha. Minutos después de conocerse el asesinato por parte de ETA de Isaías Carrasco, la Cadena SER comenzó con soflamas contra el principal partido de la oposición, sabedora de que el atentado podía traer a la cabeza de los votantes los trapicheos abyectos de Zapatero con la ETA. Han seguido el resto.

ETA acababa de asesinar a tiros a un ex concejal socialista de Mondragón. Un nuevo atentado terrorista ponía fin a la campaña electoral. A sabiendas de que la fracasada política entiterrorista del Gobierno le podía suponer en estos agrios momentos un desgaste al Partido Socialista, el potente Grupo Prisa se ha puesto a trabajar a marchas forzadas y en una clara dirección: Este atentado tiene que perjudicar de nuevo al Partido Popular.

Este sábado por la mañana, día de reflexión, El País abre con el siguiente titutar: «Los partidos llaman al voto masivo para responder al crimen de ETA«. Y, ¿había dónde hay que orientar ese «voto masivo«? Ellos mismos dan pistas.

En un editorial de antología, el diario que dirige Javier Moreno dice:

Sin embargo, como si de una maldición se tratara, al dolor del asesinato del ex concejal socialista Isaías Carrasco se unió anoche, una vez más, para estupefacción y rabia de muchos ciudadanos, la incapacidad de ciertos políticos para estar a la altura de las circunstancias. Como en 2004, el PP vio en el atentado la posibilidad de desgastar al rival y obtener réditos electorales.

Para ello, el PP no dudó en acudir a la reunión de los grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados que debía pactar una declaración común de repulsa y unidad con una exigencia que sabía que sería rechazada por el resto de los partidos: la revocación de la resolución de la Cámara baja que avaló el diálogo con ETA. El PP firmó esa declaración para minutos después destacar públicamente en una conferencia de prensa que le parecía insuficiente, y sembrar así de nuevo el germen del enfrentamiento entre los demócratas, tan sólo unas horas después de un crimen terrorista.

En lugar de potenciar lo que une, el PP decidió poner sobre la mesa lo que separa. Con el Congreso disuelto, a 48 horas de las elecciones y con el cuerpo del ex concejal socialista todavía caliente, al representante popular, Ignacio Astarloa, al que hasta hace pocos meses muchos aún consideraban un hombre razonable, no se le ocurrió otra cosa mejor que reclamar la revocación de un texto que había sido aprobado por todos los grupos. El objetivo no era otro que erosionar al Gobierno y sembrar la duda sobre la honestidad del presidente Zapatero y su partido cuando afirma que ya no cabe ninguna opción de diálogo con ETA. La víctima de ayer era militante, precisamente, de ese partido. Falta saber, y los ciudadanos tienen el derecho a conocerlo antes de acudir mañana a las urnas, si Astarloa actuó por iniciativa propia o por órdenes de su jefe político, Mariano Rajoy. El presidente del PP no debería permitir que esta duda ominosa se alargue ni un minuto. No se trata de la política, es la dignidad personal lo que está en juego.

Y concluye:

«Quitarles toda esperanza», como ayer repitió Rajoy, significa también no darles la baza de la división entre demócratas. Lamentablemente, el comportamiento posterior de su partido fue en sentido diametralmente opuesto. Invocar la unidad y a la vez condicionarla a la aceptación de los planteamientos propios es jugar con cartas marcadas. Por todo ello, ayer fue un día de doble duelo.

El País, pues, tiene el duelo del asesinato de una persona a manos de una banda terrorista y, además, el duelo de tener una oposición que mantiene la posición que tiene el PP.

Además, y para que una imagen diga mucho más que un titular y que un editorial, abren la portada con la siguiente fotografía:

Mientras la Cadena SER no deja pasar un solo boletín informativo sin recordar «la división propiciada por el Partido Popular«, la versión digital del diario de PRISA se mantiene impasible al paso de los acontecimientos. Una vez que ya está socilitado el «voto masivo», abre así:

«La exigencia del Partido Popular fractura de nuevo la unidad contra el terrorismo».

Y sigue:

«Los partidos firman un comunicado conjunto contra la banda terrorista, pero los populares destacan que no se aceptaron sus condiciones. El PP firmó ayer el acuerdo de luchar conjuntacontra ETA, y después tardó exactamente un minuto y medio en volver a arremeter contra la política antiterrorista del Gobierno y en advertir que no descarta participar en concentraciones contra la banda paralelas a la oficial.»

A su vez, la Cadena SER, en «A vivir que son dos días», trata de reconstruir lo sucedido en la capilla ardiente entre Patxi López y Mariano Rajoy. Para ello no llaman a ninguno de los que estuvieron con Mariano Rajoy, sino que prefieren ponerse en contacto con Rodolfo Ares, socialista vasco, que acompañó a Patxi López en sus encuentro con el líder de la ilegalizada Batasuna, hoy día en la cárcel por terrorista.

Rodolfo Ares aprovecha para recordar la «lamentable actitud del Partido Popular durante toda esta legisltura«.

Y la jornada de reflexión de PRISA no ha hecho más que empezar. Todavía queda mucho.

TIENDAS

TODO DE TU TIENDA FAVORITA

Encuentra las mejores ofertas de tu tienda online favorita

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído