Muerte en directo de un fotógrafo

Muerte en directo de un fotógrafo


(PD/Agencias).- Kenji Nagai, fotógrafo de nacionalidad japonesa y freelancer para AFP, murió este jueves durante la represión de las protestas en Birmania. La Agencia Reuters, cuya cobertura de la revuelta de los monjes budistas es excepcional, ha captado una secuencia de fotos que parecen corresponder al momento en el que el reportero gráfico fue abatido.

Reuters no ha confirmado todavía nada. En su propia Web oficial, donde figuran numerosas imágenes de la protesta y posterior represión, Reuters se limita a escribir en el pie de foto que «Kenji Nagai trata de tomar fotos desde el suelo, donde yace herido por la Policía y que posteriormente falleció»:

«Kenji Nagai of APF tries to take photographs as he lies injured after police and military officials fired upon and then charged at protesters in Yangon’s city centre September 27, 2007. Kenji, 52, a Japanese photographer, was shot by soldiers as they fired to disperse the crowd. Kenji later died.»

En cualquier caso, las imagenes -que la agencia distribuye sin fiorma y como realizadas por un «stringer» o colaborador a la pieza- son muy elocuentes.

En la primera, un soldado birmano apunta con su fusil -sin excesivos remilgos- al periodista japonés, que está tumbado en el suelo y agita su cámara.

En el segundo fotograma, se observa a Kenji Nagai, aparentemente inmóvil, mientras el soldado pasa a su lado y sigue en persecución de los manifestantes.

Hasta que Reuters no aporte nuevos datos será imposible determinar si la secuencia corrosponde o no al momento concreto en el que el periodista fue abatido.

El Gobierno de Birmania, controlado por una Junta Militar, ha comunicado a la embajada de Japón en Rangún que un ciudadano de esa nacionalidad ha muerto en medio de las protestas, las más importantes contra la Junta militar birmana en 20 años.

Todo ocurrió en el centro de Rangún, cerca de la pagoda de Sule, centro de las protestas encabezadas por monjes budistas.

Miles de birmanos -hasta 70.000 según algunas fuentes- reanudaron este jueves las protestas, después de una noche de detenciones masivas en los monasterios y a pesar de la muerte de varios monjes en las manifestaciones del miércoles.

Tras dar un ultimátum a los manifestantes, los soldados efectuaron disparos, lanzaron botes de gas lacrimógeno para disolver a la multitud y detuvieron a más de un centenar de personas que gritaban consignas contra la Junta Militar de Birmania (Myanmar).

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